Gregorio Santiago Rodríguez Mas, conocido como «Santi», no fue una persona desconocida en Sestao, su localidad de residencia durante los últimos 40 años. Sus dotes pictóricas le convirtieron en un personaje de referencia dentro del mundo artístico, pero tras su fallecimiento en el año 2008, Mª Ángeles, su única hija, tuvo miedo de que una vez apagada la llama y con su obra dispersa por varios países, su padre cayera en el olvido.