«Más listos que el hambre» es la cuarta publicación dedicada a la memoria histórica que ha editado por el Ayuntamiento de Galdames junto con Novélame. En esta ocasión, el tema elegido ha sido la infancia.
Novélame y Ayuntamiento de Galdames continúan rescatando la memoria histórica del pueblo con la publicación de «Más listos que el hambre», un libro ambientado en la infancia durante la guerra y la posguerra.
A partir de la documentación existente y de los testimonios de personas de edad avanzada de Galdames, se han escrito doce relatos que describen la vida de los niños y niñas del pueblo entre los años treinta y cincuenta del siglo pasado.
En Galdames llegó a haber hasta seis escuelas diseminadas por todo el valle. Hoy en día no queda ninguna
Tomando como punto de partida la media docena de escuelas que en su día hubo diseminadas por todo el valle (Txabarri, El Alta, San Pedro, San Esteban, Montellano y El Cerco), el libro aborda el sistema educativo de aquellos años, que pasó del reformismo de la Segunda República a una escuela franquista marcada por el patriotismo, la religión y la disciplina.
La miseria y la represión de la dictadura se colaron hasta en las aulas. Franco impuso su ideología con la ayuda cómplice de la Iglesia, que no ansiaba otra cosa que poder, y entre unos y otros se encargaron de educar a los niños —o mejor dicho, de aleccionarlos— para representar las ideas del régimen y enseñarles qué lugar debían ocupar en la «Nueva España» que habían diseñado.
El franquismo, con la ayuda de la Iglesia, se encargó de aleccionar a los niños para representar las ideas del régimen
El libro también habla sobre las diversiones y los juegos de la época y sobre el trabajo infantil, tan habitual en familias humildes como las que poblaban Galdames.
La mayoría de los niños estudiaba hasta los doce o trece años. Luego, los niños se incorporaban al trabajo de la mina o el campo. En cambio, las niñas se quedaban ayudando en casa hasta que la abandonaban para casarse y convertirse en buenas esposas o iban a servir a casas de familias pudientes de las ciudades, así eran una boca menos que alimentar.
En aquellos años también era corriente que muchas familias mandaran a sus hijos al seminario, porque además de no tener que mantenerles, se les abría la posibilidad de que recibieran estudios superiores que de otra forma no les hubieran podido dar.

«Más listos que el hambre» describe cómo debieron ser los niños para poder sobrevivir a la guerra y a la posguerra, a las bombas, al hambre y al recorte de libertades que supuso el franquismo.
Deja una respuesta