Francisco Javier de la Colina nació en Llanes en 1940 tras culminar una de las etapas más dramáticas de la historia de España. Su concepción se produjo en abril de 1939, coincidiendo con el final de la Guerra Civil, y su nacimiento se produjo el 28 de enero, recién iniciado de 1940. De forma involuntaria, perteneció a una generación que afloró como resultado de la paz mientras el país se recomponía de una lucha fratricida que se prolongó durante casi tres años.