Crecer en los 80: el fenómeno «Yo fui a EGB»
Tenemos alrededor de 40 años, pero todavía merendamos bocadillos de Nocilla, nos sabemos de carrerilla la canción de Marco, nos cuesta decir chuches en lugar de chucherías, y no nos gustan nada los Pin y Pon de ahora.
Crecer en los 80 y recordar nuestra infancia, inconscientemente nos genera una sonrisa. Somos de esa generación del baby boom que hizo que en la mayoría de las casas hubiera como mínimo tres hermanos y en cada clase 40 alumnos. Ahora somos treintañeros o cuarentañeros, pero seguimos siendo muchos. Creamos tendencia con nuestra moda, nuestros juegos, nuestra forma de divertirnos… Nada de aquello volverá, es más, ahora es todo tan diferente que echando la vista atrás diríamos que lo que hacíamos era hasta ilegal: bajar solos a jugar a la calle, ir en bicicleta sin casco, viajar en el coche sin silla… Ya lo dice El Reno Renardo en una de sus canciones: «Crecí en los 80 y… sobreviví».
5 razones por las que deberías tener tu biografía novelada
A priori, tener una biografía novelada puede parecer un tanto pretencioso, vanidoso, incluso esnob. Habrá quien diga que las vidas anónimas no necesitan tener escritas sus memorias porque no tienen ninguna cualidad o mérito especial como para tener su propio libro.
Nadie es más que nadie, ni nadie es más de lo que es, eso es cierto, pero existen ciertos motivos que pueden hacernos reflexionar sobre la importancia de conservar nuestra historia familiar o empresarial. Aquí te exponemos algunos de ellos.